El sustrato de la orquídea va a requerir de diferentes concentraciones en sus nutrientes de acuerdo a la fase en que se encuentre; así tenemos que:
- Fase de crecimiento: El nitrógeno es el nutriente encargado del desarrollo de las hojas y los brotes, por lo que resulta esencial en la fase de crecimiento de la planta. En la fórmula buscaremos que el primer número sea el más alto (A:a:a).
- Fase de floración: se disminuye el nitrógeno y se aumenta la proporción de fósforo y potasio, imprescindibles para la floración y el desarrollo radicular.
- Resto del año: la mayor parte del tiempo la orquídea necesita un fertilizante con unas proporciones equilibradas de los 3 nutrientes. Lo ideal es hacerlo una vez cada 4 semanas.
¿Cómo aplicar el fertilizante?
Lo ideal es aplicar el fertilizante durante el riego por inmersión, aplicando la cantidad de fertilizante necesaria en el agua.
- Las Varas.
Una duda bastante frecuente es la de si es necesario cortar la vara floral una vez las flores se hayan caído.
- La vara se ha secado: En el caso que la vara floral se haya secado lo mejor es cortarla por la base.
- Las flores se han caído pero la vara no se ha secado: puedes cortar la vara justo por encima del primer nudo (crecerá una nueva vara de él) o dejarla, especialmente recomendable esto último en la variedad híbrida phalaepnopsis violácea, que genera flores de manera continua en la misma vara.
- El Trasplante.
Cada dos-tres años, después de realizar la floración (nunca durante), es aconsejable realizar el trasplante.
Pasos a seguir:
- Riega por inmersión la orquídea.
Al absorber el agua, las raíces estarán más flexibles y serán menos propensas a romperse o a sufrir daños.
- Retira la planta de la maceta.
- Elimina las raíces muertas o dañadas.
Es decir: Raíces podridas, con hongos, o de aspecto seco y marrón. Para esto es aconsejable desinfectar las tijeras con un poco de alcohol previamente. Para evitar su infección, es recomendable aplicar un fungicida. El propóleo, tiene propiedades, bactericidas y fungicidas, aparte de propiedades anestésicas, antiinflamatorias y cicatrizantes. Controla los microorganismos patógenos al obstaculizar su entrada a través de los brotes tiernos, por lo que es antiséptico y antivírico. Además, induce a la planta a aumentar sus defensas naturales.
- Trasplantar en un tiesto nuevo.
Este deberá estar previamente desinfectado. El sustrato también deberá ser nuevo nunca reutilices el sustrato anterior. Es recomendable dejar algunas raíces superiores sin enterrar.
- Cuidados después del trasplante.
No riegues inmediatamente después del trasplante, deja un par de días para que las raíces se asienten. Protégela de la luz solar para que no se deshidrate y aplica agua con un vaporizador para mantener la humedad. Es importante no abonar hasta que haya pasado un mes.